Por qué a la gente no le gustan las conversaciones personales serias, a menudo depende de las circunstancias. Si la conversación toca algo que probablemente los entristezca, por ejemplo, pueden tener miedo de comenzar a llorar.
A veces, las personas evitan las conversaciones serias porque saben que el tema de la conversación los enojará demasiado para mantener la calma. Evitar una confrontación no siempre es algo bueno y, a menudo, hablar las cosas en última instancia rectificará la situación, pero hay ocasiones en las que es mejor calmarse un poco antes de intentar hablar.
Hay ocasiones en las que una persona puede sentir que podría verse arrinconada en algo de lo que no está seguro si inicia una conversación sobre ciertos temas.
¿Cuántos jóvenes conocen ese sentimiento cuando la novia empieza a hablar de planes de boda, por ejemplo? Esto no siempre se debe a que no quieran casarse, es más un caso en el que toda la idea los asusta.
- Dificultad para expresar sentimientos personales.
A algunas personas les resulta extremadamente difícil expresar sus sentimientos personales. Evitan largas conversaciones personales porque no les gusta hablar de sus sentimientos como resultado. Pueden sentir que sus sentimientos pueden ser malinterpretados o mal interpretados, o que los sentimientos pueden ser simplemente demasiado abrumadores para hablar de ellos.
Ocasionalmente, las personas evitan tener una conversación personal y seria porque saben que se tratará de un problema o situación que esperan evitar si lo ignoran el tiempo suficiente. No están preparados para afrontar la situación, por lo que simplemente se niegan a hablar de ello. En el fondo saben que tendrán que afrontarlo eventualmente, pero aún no están preparados.