El sexo de las aves, como los mamíferos, está determinado por los cromosomas sexuales. En la fertilización, la proporción de sexos es igual entre machos y hembras. Existen algunos estudios que indican que existe una mortalidad diferencial durante el desarrollo embrionario. Es decir, más embriones de un sexo en particular morirán antes de la eclosión, lo que resultará en un mayor porcentaje de crías del otro sexo.