Emmie
Siento que nuestra sociedad está muy obsesionada con los teléfonos celulares. La gente no puede entrar a un restaurante sin tener un teléfono celular. Luego ves gente en los restaurantes y siempre hay alguien en el grupo que está hablando por teléfono celular en voz alta. Lo encuentro muy grosero. Los teléfonos celulares deben ser limitados. También es muy irritante tener que recordarle a la gente que ponga sus teléfonos móviles en vibración o apague cuando se está en una reunión, en la iglesia, etc. Parece que nuestra sociedad ha olvidado el respeto, los modales.