Independientemente de las profecías de la bruja, Macbeth, desde el principio, es traicionado por los encantamientos de las tres hermanas extrañas, como lo fue Cristo traicionado por Judas Iscariote, en el jardín de Getsemaní.
Judas le dijo al Sanedrín que recibiría a Cristo con un beso en la mejilla y las palabras "SALVE maestro", traicionando así a Cristo a los soldados romanos.
Las tres brujas le hacen lo mismo a Mabeth: "¡SALVE Macbeth, SALVE Thane de Glamis!" etcétera. La connotación religiosa en esta obra es legión.