Hay cosas buenas y malas en ambos. Algunas personas se casan por lo que creen que es amor, pero no piensen en tener que vivir con alguien con todo el trabajo diario. Quién va a hacer qué tareas y cómo se presupuestará el dinero. Algunos ni siquiera hablan de tener hijos y de cómo serán criados hasta que la esposa esté embarazada. Lamentablemente, es aquí cuando descubren que tienen diferencias dramáticas y ocurren problemas. Otros se casan después de haber tenido estas discusiones o tuvieron suerte y casi todo encajó.
Algunos matrimonios concertados se combinan cuidadosamente. Encuentran personas con puntos en común y se combinan bien. Algunos son emparejados apresuradamente o mal emparejados y la pareja vive en la miseria.
En cualquier caso, la comunicación honesta de antemano es clave. Permite encontrar la mejor combinación ya sea por amor o arreglada.