¿Hablar con las plantas realmente las hace crecer?

4 Respuestas


  • Sí, eso ayuda. Debido a que Dios te hizo a su imagen, tienes el poder de estimular su crecimiento. Decidí probar esto e hice tres grupos de plantas: uno con el que hablé positivamente, otro con el que hablé negativamente y otro con el que no hablé en absoluto. Todos vivían en la misma condición, y el crecimiento totalizó así: las plantas con las que era bueno eran las de arriba, luego vinieron las que no hablé y, por último, las plantas con las que hablé negativamente. Por lo tanto, hable suave y amablemente con sus plantas, dígales que prosperarán y se fortalecerán, y eso es lo que harán.
  • Bueno, sí, si hablas más con ellos, demuestra que eres amable y que te preocupas por estos seres vivos, y que llegarían a ser muy altos. Por otro lado, puede reproducir algo de música para que la escuchen. Según algunos científicos, las plantas responden positivamente a la música relajante e incluso crecen hasta el lugar donde se generó la música. Por lo tanto, las plantas crecen bien con un cuidado sano y abundante.
  • Creo que funciona porque cuando les hablas les das C02 que usan para la fotosíntesis (la fotosíntesis es cuando una planta usa CO2 y la luz del sol para alimentarse)
  • El mito urbano de que hablar con las plantas realmente las hace crecer no es tan descabellado como podría pensarse. La razón por la que la planta puede crecer mejor no es porque le guste escuchar el dulce sonido de su voz, sino por otras razones completamente distintas. Según ScienceNet, las plantas realmente necesitan dióxido de carbono para crecer, y cuando le hablas a una planta, respiras sobre ella, dándole una infusión adicional de CO2. Sin embargo, se ha argumentado que incluso existe una teoría científica detrás de la leyenda, la infusión de CO2 que puede proporcionar al respirar en la planta es demasiado pequeña para que esto tenga un efecto real en el crecimiento de su planta. La idea de hablar con las plantas se introdujo en 1848, cuando el Dr. Gustav Theodor Fechner, un profesor alemán, sugirió la idea en su libro Nanna (Vida del alma de las plantas). Creía que las plantas eran capaces de sentir emociones,al igual que los humanos, y podría promover un crecimiento saludable al llenar sus plantas con atención y conversación.

Escribe tu respuesta

Tu respuesta aparecerá después de la moderación