Viola
Ciertas situaciones exigen la adopción de determinadas medidas. Si una medida es adecuada para una situación particular, podría ser verdaderamente inapropiada para otra situación. Lo mismo ocurre con el proceso de comunicación, donde el mismo tipo de comunicación no funciona en todas las situaciones. Algunas situaciones requieren un modo de comunicación oral mientras que otras exigen un medio escrito. Las circunstancias en las que un remitente decide incorporar un medio de comunicación oral en realidad se adaptan al modo oral, que el remitente también comprende.
Si el remitente desea una retroalimentación inmediata sobre el mensaje que planea enviar o si el remitente desea enviar un mensaje que sea relativamente simple y más fácil de aceptar, entonces la comunicación oral es el medio más adecuado para usar. Otras circunstancias en las que este medio en particular se vuelve adecuado e importante incluyen el deseo del remitente de no querer que se mantenga un registro permanente del mensaje o la cómoda comodidad con la que el remitente puede reunir a toda su audiencia, eso también económicamente.