En literatura, una complicación es el catalizador o evento que 'pone en marcha' una trama narrativa, siendo la trama la secuencia de eventos que componen la narrativa o la historia.
Por lo general, la complicación puede reconocerse como el evento que pone en marcha la acción, o como algo que desafía la estabilidad construida durante el comienzo expositivo o "ambientado". Aunque la complicación suele ocurrir después de la etapa expositiva, muchos escritores optan por no construir la narrativa en este orden. Por ejemplo, géneros como el género de detectives reorganizan el orden en que se cuentan los eventos para crear suspenso.
Muchos teóricos como Freytag, Strauss y Aristóteles han propuesto dividir la trama en varias etapas, y aunque los nombres y números de estas etapas pueden variar, el principio sigue siendo el mismo.
Por ejemplo, Gustav Freytag sugiere que la trama de una historia se puede dividir en 5 etapas:
1. Exposición: establece el escenario y presenta al lector el mundo y los personajes de la novela.
2. Acción ascendente: esta es la etapa de 'complicación', donde sucede algo que perturba el equilibrio.
3. Climax: El evento principal o escenario de conflicto en la narrativa. La acción o complicación en aumento conduce a esto.
4. Acción descendente: las secuelas del conflicto o clímax narrativo.
5. Resolución / desenlace: Se atan los cabos sueltos y se establece un nuevo equilibrio. Esto frecuentemente deja al lector con una idea de lo que harán los personajes en el futuro.
La teoría de Aristóteles de que un drama debe constar de un principio, un medio y un final es quizás un concepto más simple. Aquí, la complicación aparecería en algún lugar entre el principio y la mitad de la narración.