Oportunidad
El azúcar se convierte en energía después de su ingestión. Las personas necesitan energía para funcionar, y los "azúcares buenos" (es decir, azúcares con índice glucémico bajo) se liberan en el torrente sanguíneo a una tasa de absorción más lenta, que es la más saludable para el cuerpo humano. Los azúcares malos (de alto índice glucémico) se absorben en el torrente sanguíneo más rápidamente, lo que provoca más trabajo para el páncreas. El páncreas es el órgano responsable de mantener los niveles de azúcar en el cuerpo. Si hay demasiada azúcar en la sangre, el páncreas liberará insulina para controlarla. Si se ve obligado a hacer esto con regularidad (es decir, debido a una dieta rica en azúcares procesados), esto genera un nivel de estrés poco saludable en el cuerpo que puede provocar diabetes, enfermedades cardíacas,y también interferirá con la absorción de calcio (necesario para huesos sanos y para prevenir la osteoporosis) y magnesio.