Mi función como docente / formadora / tutora es apoyar las necesidades educativas de mis alumnos durante el ciclo de enseñanza / formación. Me esfuerzo por brindarles a mis estudiantes una excelente comunicación, un ambiente de aprendizaje cálido y amigable y excelentes planes de lecciones que establecen claramente las pautas y expectativas del trabajo del curso.
Disfruto creando un sentido de espíritu cooperativo en el salón de clases; sin embargo, tengo límites, y estos incluyen:
- Modales: no permitiré ninguna mala educación en el aula.
- Respeto: los estudiantes deben ser respetuosos conmigo y con los demás estudiantes.
- Idioma: no se permite ningún lenguaje subido de tono en el aula, por ningún motivo.
A veces, pasaré horas extra hablando con los estudiantes sobre cualquier problema académico; estas reuniones serán fijadas por mí, a petición del estudiante. Solo me reuniré con los estudiantes en el salón de clases; dado que mi escuela abre hasta tarde, esto no es un problema. Sin embargo, les daré privacidad a los estudiantes durante la conferencia, cerrando puertas y ventanas y manteniendo mi voz modulada durante la conversación.
Mi objetivo principal es brindarles a los estudiantes el apoyo que necesitan para crecer y absorber los materiales originales. Recompensaré el mérito y la buena actitud con un refuerzo positivo. Sin embargo, nunca tengo favoritos en el aula, porque este es un comportamiento muy divisivo.
Ser profesor, formador o tutor puede resultar bastante estresante a veces; a menudo, las tardes se dedican a calificar o trabajar en planes de lecciones. Para muchos profesores, la vocación es un trabajo de amor y una pasión para toda la vida. Para mantener vivo mi entusiasmo por la enseñanza, tomo talleres frecuentes para aprender más sobre los nuevos métodos de enseñanza. También recompenso a la clase de vez en cuando planificando una salida divertida u otras actividades seguras y positivas.
Cada maestro debe establecer límites y expectativas y reforzarlos a diario; existe una delgada línea entre la autoridad y el exceso de familiaridad. Mientras mis estudiantes sean respetuosos y educados, la comunicación permanece abierta y honesta en mi salón de clases.