Douglas
Tanto la correa de distribución como la cadena pueden desgastarse. Una cadena de distribución floja puede provocar un funcionamiento deficiente, ruido de válvulas y pérdida de potencia, mientras que una correa de distribución rota puede hacer que el motor deje de funcionar o, en una aplicación de interferencia, hacer que las válvulas choquen contra los pistones.
Las correas de distribución fallan sin previo aviso y, en algunos vehículos, son casi tan difíciles de revisar como de cambiar. En la mayoría de los casos, su única protección es cambiar el cinturón en los intervalos recomendados. La correa de distribución también debe inspeccionarse en cada cambio de aceite para detectar signos de desgaste anormal. El manual del propietario de su vehículo recomendará el kilometraje que debe reemplazar la correa de distribución. Estos intervalos van desde cada 60.000 millas hasta cada 105.000 millas. El reemplazo de la correa de distribución no es barato, pero de todos modos es extremadamente importante.