El principal objetivo de la logopedia es mejorar la comunicación. Algunos de los objetivos de la logopedia pueden incluir:
- Mejorar la coordinación de los músculos del discurso a través de ejercicios de refuerzo y coordinación, redundancia de sonido y suplantación.
- Mejorar la correspondencia entre la mente y el cuerpo a través de guías visuales y relacionadas con el sonido, por ejemplo, espejos y dispositivos de grabación.
- Mejorar la familiaridad a través de actividades respiratorias.
- Mejorar el aprendizaje del dialecto a través de la incitación al dialecto y la utilización del dialecto a través de comentarios edificantes.
- Mejorar la correspondencia ayudando a un joven a adoptar otro enfoque para transmitir que puede incorporar señales, marcas o dispositivos especializados aumentativos (tenga en cuenta que la utilización de estos tipos de correspondencia sustitutos servirá para mejorar el avance del discurso, no para impedirlo).
Cada joven tendrá un resultado alternativo que dependerá de sus dificultades y capacidades específicas. La asignación de tiempo en el tratamiento del dialecto del discurso depende de numerosas variables, por ejemplo, la gravedad del problema, la recurrencia y consistencia del tratamiento y la consistencia de la asistencia en el hogar.
El objetivo de la formación lingüística es mejorar las aptitudes que permitirán a su hijo transmitir de forma más adecuada. También hay diferentes ventajas. Estos pueden incluir:
- Cambio en la capacidad de comprender y expresar consideraciones, pensamientos y emociones.
- Discurso comprensible para que los demás comprendan a su hijo
- Capacidad ampliada para emitir abordajes en un dominio autónomo
- Mayor capacidad de tragar y bienestar.
- Logro de las habilidades de preparación escolar.
- Fomento de las aptitudes preeducativas
- Calidad vocal mejorada
- Discurso familiar
- Promoción de aptitudes sociales útiles
- Mejor satisfacción personal
- Confianza más prominente
- Autonomía ampliada
La capacidad de expresarse es vital. El aprendizaje del idioma puede permitir que su hija logre una capacidad más destacada para utilizar y comprender el dialecto, para hablar con otros y para transmitir sus necesidades en la mayor medida posible.
Posponer el aprendizaje de idiomas para su hijo corre el riesgo de perder esa ventana de tiempo extremadamente crítica entre el nacimiento y los tres años cuando el cerebro se está desarrollando y el aprendizaje ocurre rápidamente.