Los caballitos de mar son criaturas fantásticas que no solo se ven increíbles, sino que se adaptan bien a su entorno. A través de estas adaptaciones o de las numerosas partes del cuerpo que tienen, no solo permiten que los caballitos de mar vivan en el océano y se escondan de sus presas, ¡sino que también les permiten sobrevivir!
Las adaptaciones son las siguientes; la aleta pectoral (ubicada a ambos lados de las aberturas branquiales), la corona (la proyección ósea en la parte superior de la cabeza), ojos torcidos, hocico largo, bolsa de cría (que se encuentra debajo del ano solo en los hombres), aleta anal, aleta dorsal (a la mitad de la espalda del caballito de mar), cola prensil (permite que las orillas del mar se agarren a las rocas), vejiga de gas (un órgano de gas interno que permite que el caballito de mar controle los movimientos hacia arriba y hacia abajo), las branquias y la [piel] protectora Platos.