En su ensayo "Tolerancia", EM Forster arroja luz sobre el valor de la tolerancia en la reconstrucción del mundo después de la Segunda Guerra Mundial.
Según EM Forster, se requieren dos cosas para la reconstrucción de la civilización. Uno es una actitud mental sana o la psicología correcta. Esto significa que, a menos que haya conciencia y un deseo de cambiar y mejorar las condiciones, realmente no se puede hacer nada sólido.
La casa solo se puede construir si el gobierno y la gente trabajan juntos con motivación y devoción. De lo contrario, toda la planificación y el esfuerzo se perderán.
El escritor explica que la tolerancia es la cualidad espiritual que más se necesita en las condiciones de la posguerra. Señala que la tolerancia no significa debilidad o derrota, es solo aguantar a las personas que no nos agradan. Es la única virtud por la que podemos tener éxito en la construcción de nuestra casa de forma segura.
Forster dice que hay dos enfoques posibles hacia aquellos a quienes no nos agradan.
La primera es la solución nazi: matarlos o castigarlos. El segundo es la forma democrática y civilizada de tolerarlos.
Forster defiende el segundo punto de vista porque, después de firmar el tratado de paz, los ingleses tendrán que tolerar a los alemanes. No es posible exterminar a ninguna nación de este mundo.
Debemos frenar el fanatismo y difundir la tolerancia si queremos reconstruir este mundo como un lugar pacífico y seguro.