Las narrativas son, en general, historias de ficción o no ficción que describen secuencias de eventos. Son una parte importante de todas las culturas y, a menudo, se utilizan para resaltar o ilustrar puntos específicos.
Es importante estudiar la narrativa, ya que permite conocer la propia cultura del autor y la época en la que vivió, así como, en cierta medida, sus propios puntos de vista e ideas. En la escritura de ficción, el escritor comunica sus pensamientos e ideas directamente al escritor. Las emociones y los sentimientos que transmite la narración permiten vislumbrar los pensamientos y sentimientos de los narradores. Algunas narrativas se utilizan para establecer un punto moral o político específico, que se revela a través del estudio.
Dentro de la psicología, la narrativa se considera parte del sentido de identidad cultural y propia de un individuo. Es esencial en la creación o construcción de recuerdos y se piensa que es la naturaleza fundamental del yo. El colapso de una narrativa positiva o coherente en un individuo puede provocar trastornos mentales o psicosis. La reparación de la narrativa, conocida como terapia narrativa, es a menudo una parte importante de la recuperación.
Las narrativas pueden denominarse procesos psicológicos implicados en la creación de la propia identidad, el significado y la memoria.
Los estudios de caso realizados en forma narrativa destacan la visión de un individuo de su propia identidad y personalidad, su relación con los demás, su papel percibido en la sociedad y la cultura, los sentimientos y experiencias personales. Mediante el estudio y posterior análisis de estas narrativas, se puede determinar información valiosa sobre la personalidad, el estado de ánimo y las dificultades o condiciones presentes del individuo.
Se cree que los estudios de casos narrativos en ciencias sociales brindan información más útil con respecto a las teorías y políticas sociales y, posteriormente, un mejor acceso a la intervención de políticas que cualquier otro tipo de investigación social.