Tommie
La obediencia a la ley se basa en reglas sólidas cuya violación se castiga. Pero la violación de los usos puede no requerir ninguna acción positiva. Las leyes son comparativamente más claras y detalladas y existen instituciones específicas formalmente para la elaboración y ejecución de reglas y el cumplimiento de las mismas. Normalmente existen variaciones notables entre las personas de profesión jurídica con respecto a las interpretaciones de los usos. De hecho, las convenciones tienen la naturaleza de los cánones de la moral constitucional.
Las leyes se hacen conscientemente en un momento determinado; mientras que los usos políticos tienen un crecimiento evolutivo y son el producto de acciones repetidas.
Teóricamente hablando, una convención puede ser anulada por ley y no al revés. La opinión pública, sin embargo, puede exigir la derogación de cualquier ley indeseable.
En resumen, se puede afirmar que se prescribe un castigo explícito por la violación de la ley, mientras que a veces se vuelve difícil determinar si algún uso ha sido violado o no. Una opinión pública sana y vigilante es la garantía más eficaz para la aplicación de las convenciones.
Los ingleses ajustaron sus instituciones, valores y procesos dentro de las convenciones en lugar de hacer enmiendas formales en su constitución. El desuso del poder de veto, por ejemplo, por parte del gobernante, es una práctica adoptada para hacer frente a la necesidad de una era democrática.