Tatyana
La Ley de ruido (1996) define el ruido como un sonido no deseado que se denominará molestia legal si puede considerarse lo suficientemente grave como para dañar la salud de una persona. Esto incluiría la pérdida de sueño y cualquier interferencia con la relajación en una persona de "sensibilidades normales". En el Reino Unido, los niveles de ruido se definen en determinadas circunstancias. Por ejemplo, los niveles de ruido permitidos de los establecimientos autorizados se establecen en un nivel de decibelios específico. También se sabe que la exposición prolongada a niveles de ruido de 90 decibeles o más puede provocar pérdida de audición, por lo que cualquier ruido de este tipo podría considerarse una molestia. Esta categoría incluye el tráfico de diesel, cortadoras de césped, trenes y tractores. Es evidente que no es posible prevenir todos estos ruidos dada la tecnología actual y el importante papel que juegan estas actividades ruidosas en nuestras vidas.Por lo tanto, las reglas se aplican con la debida consideración para todas las partes involucradas.