Emelie
El estudio de la célula (biología celular) comenzó con el descubrimiento de la célula por Robert Hooke (1665), quien informó sobre su trabajo en su famosa publicación Micrographia. Preparó y estudió una sección delgada de corcho (de material vegetal muerto) bajo su microscopio compuesto de fabricación propia.
Observó que el corcho se compone de diminutos compartimentos en forma de panal de miel que denominó Células. Según Hooke, la celda es un espacio vacío delimitado por gruesos muros. En el siglo siguiente se añadió muy poca información a esta idea. El trabajo comenzó de nuevo a principios del siglo IX.
Lorenz Oken (1805), un científico alemán, creía que "todos los seres vivos se originan o consisten en vesículas o células". Jeans Baptist de-Lamarck (1809) expresó una idea similar y dijo que "ningún cuerpo puede tener vida si sus partes constituyentes no son tejido celular o no están formadas por tejido celular".
En 1831, Robert Brown informó de la presencia de núcleo en la célula. Debido a este descubrimiento, la idea de Hooke sobre la celda como un espacio vacío cambió. Se estableció por carta que la celda no está vacía. Un zoólogo alemán Theodor Schwann (1838), trabajando de forma independiente, presentó la teoría llamada Teoría celular.
La célula no es solo la unidad estructural sino también funcional de los organismos vivos. Entonces, la teoría celular es un concepto muy unificador.
Las características más destacadas de la teoría celular en su forma actual son:
1. Todos los organismos están compuestos por una o más células.
2. Todas las células surgen de células preexistentes.
3. La célula es la unidad básica estructural y funcional de todos los organismos.