El objetivo principal de participar en la educación física es fomentar un estilo de vida saludable. Hacer ejercicio, junto con una dieta equilibrada y saludable, es una parte esencial para mejorar y prolongar una vida saludable.
Enseñar a los niños desde una edad temprana la importancia de mantenerse en buena forma física ayuda a desarrollar un estado de ánimo consciente de la salud. La práctica de ejercicio y otras actividades físicas proporciona a los niños una buena base para un estilo de vida activo.
- Educación física en las escuelas
Por ley, los niños deben participar en un cierto número de lecciones de educación física a la semana. Esta cantidad varía entre países y estados y puede variar desde un par de horas a la semana hasta una hora, al menos, al día. A los niños se les enseña la importancia de mantenerse saludables y participar en una serie de deportes de equipo.
La mayoría de las escuelas cuentan con instalaciones para que los niños realicen ejercicio físico durante todo el año. Esto podría ser en forma de campos de fútbol para el verano y canchas de baloncesto cubiertas para el invierno.
- Educación física extraescolar
Aunque los niños tienen que hacer una cierta cantidad de ejercicio en la escuela, también es importante fomentar una vida saludable fuera de la escuela. Darles a los niños la oportunidad de participar en actividades extracurriculares, como el baile o el kárate, les da el ejercicio que necesitan en un entorno que pueden encontrar más agradable.
Si bien no se debe obligar a los niños a participar en ninguna educación física que realmente no disfruten, alentarlos a continuar puede ayudarlos a desarrollar sus habilidades sociales y de competencia.
La educación física se ha introducido en las escuelas para ayudar a enseñar a los niños la importancia de una vida saludable. El ejercicio regular, junto con una dieta sana y equilibrada, les introducirá en una forma de mejorar y prolongar su vida.