Joya
La cantidad y la frecuencia de riego de una planta depende de muchos factores, incluido el tamaño y el tipo de planta, el suelo, la temperatura ambiente y la humedad. Incluso el tipo de maceta en la que crece la planta es un factor. Con frecuencia, la gente les da demasiada agua a sus plantas. Esto puede matarlos con tanta seguridad como lo hará la falta de agua.
La forma más sencilla y confiable de saber si sus plantas necesitan agua es meter el dedo en la capa superior del suelo aproximadamente media pulgada. Si se siente seco, aplique abundante agua, pero no deje que la olla se quede en exceso. Por otro lado, no espere hasta que las hojas se pongan flácidas antes de regar, ya que para este momento la planta se ha debilitado.
Un drenaje adecuado reducirá el peligro de riego excesivo. Para facilitar el drenaje, las macetas deben tener una capa de grava o piedras en el fondo o agujeros de drenaje adecuados. Si no lo hacen, el suelo se encharca, las raíces se pudren y las plantas mueren. Por lo tanto, asegúrese de que las plantas tengan un buen drenaje y riéguelas solo cuando demuestren que lo necesitan.
A continuación se ofrecen algunos consejos generales: Las plantas con flores y las que se encuentran en condiciones de crecimiento máximas necesitan un riego más frecuente que las que están inactivas. Las plantas con hojas delgadas generalmente deben regarse con más frecuencia que aquellas con hojas duras y coriáceas. Las plantas que crecen en una habitación caliente y seca necesitarán más riego que las que se encuentran en una habitación fresca. Además, el suelo arenoso se seca más rápido y, por lo tanto, las plantas que crecen en él generalmente deben regarse con más frecuencia que las que se encuentran en suelos arcillosos o con humus. Es una buena práctica aflojar la capa superficial del suelo con frecuencia para airearla.