Cuando está en el agua, un león marino se mueve usando sus aletas delanteras para avanzar, impulsándose a través del agua. Utiliza estas aletas como alas, y cuando está más rápido puede alcanzar velocidades de hasta 40 km / h. El aleteo de las aletas delanteras no necesita ser continuo, ya que el lobo marino tiene un cuerpo aerodinámico y puede deslizarse entre cada golpe. Sus aletas traseras se utilizan para ayudar a guiar al lobo marino en el agua, esto combinado con la flexibilidad de su columna permite que el animal haga giros bruscos.
Sin embargo, cuando está en tierra, el león marino debe adaptar su movimiento, ya que sus aletas delanteras ya no pueden usarse para propulsarse. Sus aletas traseras cambiarán de posición en el cuerpo. Cuando están en el agua, las aletas miran hacia atrás, cuando están en tierra, estas aletas giran hacia adelante y debajo de su cuerpo para actuar como pies. Las aletas traseras se mueven en un movimiento transversal. Las aletas delanteras también se utilizan como patas, soportando la mitad superior del león marino, lo que le permite caminar sobre la tierra usando sus cuatro aletas como patas.
Como un león marino pasa gran parte de su tiempo en el mar, también debe tener una posición de descanso. Flota en la superficie del agua con sus dos aletas traseras y una de sus aletas delanteras por encima del agua. Esto se conoce como "malabarismo" y ayuda al cuerpo a conservar el calor.