Las noches del desierto son frescas, incluso frías. Los cactus abren sus estomas en ese momento. Reciben dióxido de carbono pero pierden muy poca humedad a través de la transpiración en el aire nocturno. Pero en este momento no tiene lugar la fotosíntesis. El dióxido de carbono se almacena mediante un conjunto de reacciones químicas totalmente diferente y más eficiente, llamado sistema PEP. Posteriormente, el dióxido de carbono se libera y se envía al lugar donde tienen lugar los procesos habituales de fotosíntesis durante el día.
La fotosíntesis en sí es un proceso muy complejo que involucra unas 70 reacciones químicas separadas y ha sido declarado "un evento verdaderamente milagroso". La manera especial en que los cactus lo inician durante la noche para conservar el agua solo se suma a lo milagroso de la misma. Los evolucionistas, por supuesto, dicen que todo evolucionó por casualidad, pero dado que es utilizado por varias plantas no relacionadas, la casualidad tuvo que realizar el milagro no una sino muchas veces. La evidencia más el sentido común indican que surgió de acuerdo con el diseño de un Creador inteligente.