Hassan
El control que tienen las aves en el aire es asombroso. Pueden girar batiendo un ala más rápidamente que la otra. Esto también hace que el ala se levante, lo que permite que el ave gire con bastante brusquedad. Las plumas de la cola también juegan un papel en esto. Además, ayudan a proporcionar equilibrio y actúan como freno cuando es necesario. La forma en que los pájaros entran y salen, esquivando ramas y evitando colisiones cercanas entre sí, muestra que son realmente dueños del aire.
En lo que respecta al aterrizaje, las aves poseen todos los elementos esenciales para lograr aterrizajes casi increíblemente perfectos. Un pájaro debe considerar su altura, velocidad y dirección y cualquier corriente de viento para que no golpee el suelo con fuerza ni se caiga al aterrizar. Algunas aves más pesadas deben correr unos pocos pies para mantener el equilibrio.
Los pájaros usan hábilmente sus alas y también sus colas para reducir la velocidad y controlar el aterrizaje, lo que les permite descender sobre una rama de tal manera que apenas la molestan. Esta es una hazaña bastante acrobática si se considera la velocidad a la que se acercan al lugar de aterrizaje. A veces, las aves en realidad baten sus alas en dirección opuesta a la del vuelo para reducir la velocidad rápidamente.