Mikayla
Las barreras pueden provenir de los propios oyentes cuando una parte de sus propios antecedentes interfiere con su percepción del hablante o del mensaje hablado. Las barreras también pueden provenir de cualquiera de los elementos del proceso de comunicación, es decir, el remitente, el receptor, el mensaje, el canal, el entorno o la retroalimentación ineficaz. Un mensaje poco claro causado por la estática o la interferencia en la línea telefónica es un ejemplo obvio de una barrera de comunicación causada por el canal. Ni el oyente ni el emisor pueden evitar la barrera. Escuchar se hace más fácil cuando el orador puede enviar un mensaje claro e inequívoco. También se hace más fácil cuando el oyente evita las siguientes barreras.
A menudo, las barreras más importantes para escuchar están presentes dentro del oyente. Algunos ejemplos de barreras para escuchar dentro del oyente son:
Aburrimiento o falta de interés
El disgusto del oyente por la personalidad o apariencia física del hablante
Un deseo de cambiar en lugar de aceptar al hablante
Una tendencia a sacar conclusiones tempranas o escuchar solo para la pausa cuando el hablante puede ser interrumpido
La instrucción de los propios valores del oyente sobre las actitudes
Una tendencia en el oyente a juzgar al hablante
Una disposición en el oyente a escuchar solo la parte del mensaje con la que está de acuerdo
Una percepción del oyente de que el hablante carece de credibilidad :
Reconocerá algunas de estas barreras y tal vez pueda agregarlas a partir de sus propias experiencias como oyente o como observador de otro oyente. Dé ejemplos de barreras para escuchar y su impacto en el receptor. Como remitente, no importa cuán hábil sea para hablar al comunicar el mensaje, si el receptor no escucha, la comunicación fallará.
Shemar
Es importante que todo emprendedor y experimentalista identifique las barreras para escuchar, a las que la mayoría de las audiencias sucumben si el hablante no puede captar su atención. No es raro ver una mirada vaga e inconsciente en el rostro del oyente, especialmente si el tema que se está discutiendo o el hablante se vuelve pasivo en el monólogo.
Un orador debe considerar lo siguiente, antes de dirigirse a los miembros en el simposio o foro o cuando esté en progreso, para obtener resultados óptimos:
- Disposición de los asientos: Debe ser lo más compacto posible, dependiendo de la fuerza del grupo, tamaño de la sala o pasillo y los recursos de asientos disponibles.
- Diversidad dentro del grupo: el orador debe realizar una pequeña investigación y asegurarse de que el tema o los temas sean relevantes para todos los presentes.
- Interacciones posibles: El orador debe asegurarse de que la reunión y los negocios que se llevan a cabo tengan espacio para el movimiento y la interacción verbales y físicos.
Estas consideraciones también ayudan a identificar las barreras para escuchar porque en ausencia de estas, es posible que el oyente se 'pierda' y se preocupe. Una barrera de escucha comúnmente identificada es cuando un miembro del grupo o una parte de él tiene prejuicios hacia el hablante. En este caso, el hablante debe simplemente hacer valer sus negocios por encima de sí mismo y respaldar cada afirmación. Necesita estar abierto a preguntas y debe poder dar respuestas satisfactorias.