Lo crea o no, nuestro médico de cabecera hacía visitas a domicilio cuando yo era niño. Después de recibir una inyección, generalmente en el trasero, me daba una paleta y me decía que la lamiera y me la pegara en la frente. No se me permitió comerlo hasta que se cayó. Recuerdo estar sentado durante lo que parecieron horas esperando a que se cayera.
No recibí una piruleta ni una calcomanía. Solo una maldita curita sobre el lugar donde obtuve la inyección. Voy a hablar de esto con el gobierno canadiense. Realmente no lo soy, pero debería. Me siento excluido ahora;) donde esta mi piruleta ?? !!