Un golpe leve en el corcho de una botella llena puede romper la botella porque el corcho ejercerá una fuerza sobre la botella desde adentro y hará que se rompa. La botella no podrá resistir la fuerza debido a que está llena.
Se debe tener cuidado al manipular botellas bien tapadas, especialmente si son botellas de vino caras. No debes intentar quitar un corcho con la mano, ya que la botella será propensa a romperse. En su lugar, use un sacacorchos.
Embotellar hidromiel recién hecho puede ser un proceso complicado. Esto se debe a que está involucrado un proceso de fermentación, durante el cual se libera gas. Si el hidromiel se embotella cuando aún está fermentando, liberará gas dentro de la botella. Si se produce suficiente gas, provocará un exceso de presión dentro de la botella y podría hacer que el corcho salga.
Alternativamente, si el corcho está demasiado apretado, la botella misma puede explotar. Este es un peligro peligroso y una buena razón por la cual los corchos deben colocarse con cuidado para que no queden demasiado apretados.
- Congelar líquidos embotellados
Por lo general, es seguro congelar los líquidos embotellados, aunque puede que no sea beneficioso para el sabor de la bebida. En algunos casos, sin embargo, no es una buena idea. Los líquidos que contienen agua se expandirán a medida que se congelen y, si no hay suficiente espacio libre dentro de la botella, se romperá. Evite congelar botellas llenas de sustancia; simplemente refrigerarlos será suficiente en la mayoría de los casos.
El vino debe almacenarse en un lugar fresco y oscuro. A corto plazo, puede conservarse en nevera, aunque esto no mejorará el sabor. Invierta en un puesto de vino y guárdelo en un armario sin usar. Recuerde, el vino aumenta de valor a medida que pasa el tiempo y madura. El vino madurado tiene un sabor más rico que el vino normal y es ideal para ocasiones especiales.