Sé que estoy enfermo. En su mayor parte, solo purgo 1 o 2 de mis comidas todos los días, pero a veces, cuando me siento triste y deprimido, salgo y me relleno la cara solo para purgarme. No sé si voy a conseguir ayuda o no.
¡No! No pienso en eso, ¡tengo muchas cosas más importantes que hacer que preocuparme por las incógnitas! Esta es la vida, si tenía la intención de que suceda, lo hará y no yo, nadie puede detenerlo cuando quiera, además, nunca dejaré que el miedo llene mi vida y me impida dar un paso adelante en mi futuro.
El médico le dio a este tipo seis meses de vida.
Dijo que no podía pagar su factura, le dio
otros seis meses.