¡¡¡NO!!! No solo corre el riesgo de propagar sus gérmenes entre su familia, sino que también se arriesga a empeorar aún más el daño. Créanme, un año comencé con un simple resfriado y finalmente se convirtió en neumonía porque no me lo tomé con calma. No seas yo; quédese en casa y permita que su cuerpo se cure. La mejor de las suertes para ti.
¿Por qué no esperar y ver cómo se siente por la mañana y decidir si está preparado para ello? A veces, una buena noche de sueño puede hacer maravillas.