Cazador
En lo que respecta a la historia, las supersticiones han sido una parte importante de diferentes culturas, incluso religiones. Los Antiguos Druidas, por ejemplo, usaban magia y creían en fenómenos sobrenaturales. Hacer magia (algunos historiadores también creen que hacían magia blanca y negra) era una parte importante de su religión.
El vudú es otro ejemplo. Es una forma de religión degradada, practicada en parte de las Indias Occidentales, especialmente en Haití.
Las personas que practicaban vudú (ahora bastante raro), usaban muñecos que en realidad eran efigies de una persona real, y creían que podían controlar a la persona que usaba el muñeco. Los tambores vudú también eran comunes entre estas personas, quienes probablemente iniciaron el concepto de supersticiones.
Una superstición común es echarte sal por encima del hombro si accidentalmente derramas un poco. Se dice que derramar sal trae mala suerte, por lo que es necesario echarse un poco sobre los hombros para evitarlo.
Según otra superstición, el viernes 13, también llamado Viernes Negro, se considera un día extremadamente desafortunado. Las personas supersticiosas creen que todo saldrá mal y temen salir a la calle el viernes 13.
También se asume que hablar de una muerte o de un difunto desconocido trae mala suerte.
Las supersticiones, por comunes que sean, carecen de lógica y, se puede decir con seguridad, son completamente inútiles.
Hoy es la era de la ciencia, la era de la lógica y el razonamiento, lo que significa que estos pensamientos sobre supersticiones deberían dejar nuestras mentes para darnos suficiente espacio para pensar en otras cosas.