En un escenario como este, cabría esperar que el volumen de orina del paciente fuera mucho más bajo de lo normal; de hecho, es posible que el paciente no produzca ningún líquido. Hay dos razones principales para esto, a saber, que los riñones están sometidos a mucho estrés y que los fluidos distintos de la sangre deben reponerse en el cuerpo.
- Razón uno: los riñones están sometidos a mucho estrés
Durante y después de la operación, el cuerpo del paciente ha perdido una gran cantidad de líquidos. Si bien la sangre puede ser el principal líquido que ha perdido el paciente, es posible que también se hayan perdido otros líquidos. Como resultado, los riñones del paciente estarán sometidos a una gran tensión, intentando filtrar las toxinas de la sangre con muy pocos líquidos para ayudar en el proceso.
Durante varias horas después de que se hayan administrado los fluidos intravenosos, los riñones del paciente estarán "confundidos", por así decirlo, y necesitarán tiempo para ajustarse para funcionar correctamente y producir volúmenes normales de orina.
- Razón dos: reemplazar la sangre perdida no proporciona hidratación
Como se indicó anteriormente, durante la cirugía se habrán perdido del cuerpo líquidos distintos de la sangre. Si bien es muy importante reemplazar la sangre perdida, el simple hecho de reemplazar la sangre no satisfará todas las necesidades corporales del paciente. Si el único líquido que se administra al paciente es sangre, el paciente se deshidratará, lo que podría enfermarlo gravemente.
- ¿Qué son los líquidos intravenosos?
La palabra "intravenoso" significa literalmente "en una vena", por lo que los fluidos intravenosos son fluidos que pueden introducirse en el torrente sanguíneo a través de una vena. La sangre es un líquido intravenoso. Otro tipo de líquido que se puede administrar por vía intravenosa son los líquidos de nutrición parenteral, que son líquidos que contienen vitaminas y minerales, y se administran a pacientes que no pueden comer o digerir alimentos.