Flossie
Uno de los descubrimientos notables del científico de renombre mundial Albert Einstein es la Teoría de la Luz del Fotón. Según la teoría, la luz es una radiación electromagnética con una longitud de onda visible para el ojo humano. Un fotón es una partícula elemental que define la luz observada. Según Einstein, hay tres dimensiones básicas o fundamentales a considerar, al estudiar la Teoría de la Luz del Fotón. Ellos son:
1) Intensidad: La propiedad de intensidad que muestra la luz está relacionada con la percepción del sujeto del brillo de la luz.
2) Frecuencia: La propiedad de la frecuencia que se muestra y se observa es en realidad el color de la luz percibida.
3) Polarización: Contrariamente a las otras dos, la propiedad de polarización de la luz observada es solo débilmente perceptible, en circunstancias normales.
Según la teoría de la luz del fotón de Albert Einstein, la intensidad de la luz que brilla sobre un metal determina la capacidad de la superficie para reflejar y desviar la luz. Proporciona a la observación la capacidad de una superficie metálica para recibir y expulsar la luz de manera eficaz y con una intensidad que se observa que es más fuerte que cualquier otro material de superficie ordinario. El foco de la fuente de luz y la luz circundante también definen la intensidad observada y cumplen una dimensión fundamental del estudio que propugna la teoría.