Bueno
La leyenda por la que preguntas es la Leyenda de Pania. Una estatua se erige en honor a esta leyenda en las afueras de la ciudad de Napier en Nueva Zelanda. A continuación se muestra una versión abreviada de la historia de Pania.
• Pania fue una vez una hermosa sirena, o doncella del mar, que nadaba en el océano durante el día y se sentaba entre los arbustos de lino cerca de un arroyo por la noche. En una de esas noches, el hijo de un jefe maorí, el apuesto Karitoki llegó al arroyo a tomar una copa.
• Pania se volvió devota del joven mezquino y después de estar espiando a él durante algunas noches, le lanzó un hechizo para que se enamorara de ella. Se casaron en secreto y regresaron a su choza en el pueblo.
• Todas las mañanas antes del amanecer, Pania tenía que regresar al océano, pero prometió volver a Karitoki todas las noches. Sin embargo, Karitoki se cansó de extrañar a su esposa y de que sus compañeros aldeanos se burlaran de él. Fue a ver a un anciano sabio de la aldea o un kaumatua. La kaumatua sabía sobre las doncellas del mar y le dijo a Karitoki que si conseguía que Pania comiera una pequeña cantidad de comida, ella no podría regresar al mar.
• Mientras dormía esa noche, Karitoki colocó algo de comida en la boca de Pania, pensando que se la tragaría. Pero esto fue visto por Ruru the morepork (un búho de Nueva Zelanda) y llamó una fuerte advertencia que despertó a Pania. Tenía miedo por su vida y huyó de regreso al océano.
• Pania nunca volvió a ser visto por Karitoki.
La leyenda también dice que a veces, si miras hacia el mar donde está el arrecife, podrás ver a Pania extendiendo sus brazos. Se desconoce dónde se está acercando a Karitoki o a su gente para que la ayuden.
El mar frente a las costas de Napier ahora está custodiado y protegido por el espíritu de Pania y el hijo de Karitoki, Moremore. Se disfraza de mantarraya, tiburón o pulpo.