Parece que sí, Robin Roberts es gay, aunque nunca lo confirmó ella misma. No es que la sexualidad de Robin Roberts deba importarle a nadie.
Todos deben tener derecho a ser quienes son, sin tener que declarar sus preferencias personales cada cinco minutos y sin temor a ser perseguidos. ¿Qué espera la gente?
Nadie espera que otras personas vayan por ahí declarando que son heterosexuales, entonces, ¿por qué debería ser diferente para homosexuales y lesbianas? Lo que sucede en la vida amorosa de alguien es asunto suyo, de nadie más.
La única vez que la sexualidad de Robin Roberts sí importó fue cuando su aparición como oradora en el evento Chick-fil-A Leaders ', a principios de 2011, causó indignación entre quienes hacen campaña por la igualdad de derechos para todos.
Aparentemente, se sabe que la cadena Chick-fil-A apoya activamente a los grupos de odio. La aparición de cualquiera en este evento es, en consecuencia, dudosa, pero el hecho de que una persona supuestamente gay sea vista para apoyarlos causó un gran revuelo.
Es un mundo triste donde la gente está más preocupada por la sexualidad de un individuo que por su salud. Abundan las preguntas sobre si Robin Roberts es gay, pero nadie parece preocupado por su salud.
Teniendo en cuenta que tuvo que someterse a un tratamiento de quimioterapia y radiación para el cáncer de mama durante 2007 y 2008, uno habría pensado que alguien, en algún lugar, le preguntaría sobre su salud.
Pero ese pensamiento no parece que se le ocurra a nadie. Es mucho más importante saber con quién elige acostarse. Se supone que la humanidad está más educada e iluminada que nunca antes en la historia.
La homosexualidad o el lesbianismo son tan normales como la heterosexualidad, la ciencia lo ha demostrado. Sin embargo, muchos lo tratan como algo sobre lo que hay que chismorrear. ¿Por qué?