Keats fue un gran poeta de la literatura inglesa que murió en su juventud.
Keats era un poeta romántico, pero diferente de sus contemporáneos:
no era un egoísta como Wordsworth ni un ateo como Shelley y ni siquiera un satírico como Byron. Todos estos poetas románticos estuvieron muy influenciados por la agitación política y la decadencia social de la época.
Keats no tenía ningún interés en el futuro de la humanidad. No le preocupaba la reforma de la sociedad. Aceptó la vida tal como era.
Sabía que "el mundo está lleno de miseria y angustia, dolor, enfermedad y opresión".
Pero no intentó refugiarse en ningún mundo imaginativo.
Declaró la belleza como su religión y aceptó el dolor como el resultado natural de la belleza. Sabía que el dolor es parte integral del placer.
Keats también fue un poeta sensual: su poesía es una fina mezcla de colores, perfumes, sabores y sonidos. Utiliza metáforas, la figura de la personificación, la aliteración y la asonancia para realzar la belleza de los bellos objetos de su poesía.