Tressie
Muchos problemas se deben a la concentración de la industria en Punjab y Sind. A medida que la industria comienza a obtener ganancias, los propietarios invierten más en las mismas áreas. El resultado final es que la riqueza también se concentra en esas áreas. Las industrias atraen mano de obra migratoria a gran escala. Esto provoca problemas de desempleo cuando la oferta supera la demanda. El gran número de trabajadores migrantes en los centros industriales se enfrenta a innumerables problemas. Surgen tensiones sociales, étnicas, religiosas y políticas que son difíciles de controlar. La situación de la ley y el orden en Karachi e Hyderabad se debe en parte al hacinamiento de las ciudades con personas de diferentes etnias que luchan por mantener el equilibrio.
Dado que la política es un juego que solo juegan los ricos en Pakistán, el resultado final de la concentración de industrias es que el poder político recae en última instancia en las dos provincias más grandes de Punjab y Sind. La gente de NWFP y Baluchistán se siente privada de sus derechos cuando el poder político permanece confinado a unos pocos elegidos. Desafortunadamente, los líderes políticos de todas las provincias fomentan puntos de vista tan racionalistas que, en lugar de acercar a la gente, la dividen aún más. Hasta que la industria no esté mejor distribuida, el desarrollo del país en su conjunto se verá obstaculizado.
La industria en el mundo actual solo puede tener éxito si se conecta a un gran mercado, preferiblemente internacional. Existe una dura competencia entre los países fabricantes. Pakistán se enfrenta a un grave problema de credibilidad, ya que no tenemos un control de calidad uniforme. La ISO 9001 y otras clasificaciones similares son un buen comienzo para establecer la imagen de Pakistán en los mercados mundiales.