Judas
Aún no hay una cura completa, pero ha habido varias operaciones exitosas en las que a los que padecen diabetes tipo 1 se les han implantado células de 'islotes' (como en los islotes de Langerhans, las células del páncreas que producen insulina en circunstancias normales) en el hígado y pudieron llevar una vida prácticamente normal sin recibir inyecciones de insulina. Sin embargo, al igual que con cualquier trasplante, hasta que estos reemplazos se clonen del propio cuerpo del paciente, existe la posibilidad de rechazo, por lo que se deben tomar inmunosupresores.
En el caso del tipo 2, los canadienses están trabajando en una versión de Byetta (una especie de reemplazo de insulina, en el que yo mismo estoy) que necesita inyectarse solo una vez a la semana en lugar de dos veces al día como en la actualidad. Sin embargo, algunas personas en el ensayo desarrollaron pancreatitis, pero confían en que lo superarán en los próximos 5 años. También hay experimentos con una versión de insulina que se puede tomar por vía oral, pero es poco probable que estén disponibles en un futuro muy cercano.