Los pugs son perros vivos e inteligentes. Suelen ser muy cariñosos y suelen estar cerca de sus dueños; así que aunque necesitan y disfrutan de un par de paseos todos los días, es posible que no se escapen tanto como lo harían algunos perros. No son felices si se les deja solos por mucho tiempo. Les gusta mucha atención y les gusta jugar, perseguir objetos, masticar pelotas de goma, etc. Suelen ser buenos con los niños.
Sin embargo, es importante recordar que, aunque pequeño, un pug sigue siendo un perro. Como cualquier otro perro, necesita entrenamiento y límites; un pug que ha sido mimado puede volverse irritable e infeliz. Y tenga cuidado con la sobrealimentación: ¡les gusta su comida y tienden a ser mendigos expertos! El
club de pug tiene más información sobre los hábitos del pug y cómo cuidarlo.