Probablemente depende del empleador. Conocí a un hombre que trabajaba para un destacado panadero australiano. Cada vez que entregaba a las tiendas, guardaba algunos panes a un lado y luego los vendía a su propio cliente. Pensó que si alguna vez lo atrapaban perdería su trabajo, pero en cambio fue acusado de malversación de fondos. No estuvo en la cárcel, pero sí obtuvo antecedentes penales.
Robarle a tu jefe, incluso si solo es comida para el almuerzo, no es una gran idea.