Los gatos no pueden quejarse como los humanos. Solo pueden depender de usted para comprender lo que realmente les está sucediendo. Si tu gato cojea y sabes que no está herido, es una buena decisión llevarlo al veterinario. A veces, la causa es fácil de diagnosticar, mientras que en otras ocasiones puede ser difícil. El veterinario examinará qué articulación está causando realmente el problema. Si hay hinchazón, calor o dolor, es posible que el médico pueda identificar la articulación afectada. Incluso puede tomar una radiografía para obtener información más concluyente. Otra cosa que puede hacer desde su lado es averiguar si hay una espina clavada en la pata. Las uñas demasiado grandes también pueden ser un problema. Existe una gran cantidad de información con referencia a los 'por qué' y 'cómo' de las mascotas que cojean en
www.petpages.com article / why_is_my_pet_limping-645.html