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La secreción ocular en los gatos puede deberse a varias cosas. Podría ser un cuerpo extraño, traumatismo en el ojo, infección, conducto lagrimal obstruido, alergias, ojo seco o una afección ocular más grave que cause inflamación como glaucoma o iritis. Su gato debe someterse a un examen de la vista por parte de un veterinario para descartar cualquiera de estas causas. Si no se tratan, pueden provocar problemas más graves.