Tengo dos hijos y me pasó con ambos embarazos. La primera derrota fue mi padre. Estaba embarazada de 6 meses. El segundo fue mi amada abuela. Estaba embarazada de 4 meses.
Mi madre es enfermera registrada. Trabajó en Labor y Parto durante años. Me explicó los efectos de la depresión y el duelo en un feto en crecimiento. Me dijo que pensara en mi hijo y que hiciera todo lo posible por contener mi dolor lo mejor que pudiera. Era casi imposible, pero lo hice. No hice nada para comprometer a mi bebé. No beber, fumar, tomar pastillas. Excepto por el funeral, lloré muy poco. Mis seres queridos estaban muertos, pero mi bebé no. Elegí la vida. Hablé con mi médico y me dio ideas sobre cómo afrontarlo. Fui a un consejero de duelo. Cuando nacieron mis bebés, entonces lloré. Lloré durante días. Mi familia me ayudó a cuidar a los bebés mientras estaba de duelo. Fue uno de los momentos más duros de mi vida. Todavía se me llenan los ojos de lágrimas al pensar en ese dolor. Te deseo lo mejor. Mis condolencias.
Recuerde que su ser querido querrá que se cuide bien a usted y a su bebé. Hacer eso es una forma de honrar su memoria.