La banca como la conocemos comenzó en la capital holandesa de Ámsterdam a principios del siglo XVI, cuando los comerciantes de transporte marítimo requerían que los cajeros se ocuparan de grandes sumas de dinero. La cuenta corriente, creada para los menos ricos (pero todavía acomodados para su época), nació en el Reino Unido a finales del siglo XVIII.
Una cuenta corriente, también conocida como cuenta transaccional, ofrece al cliente un acceso más rápido al dinero que ha depositado en esa cuenta.¿Cuenta corriente o cuenta de ahorro?
Las cuentas de ahorro tienden a atraer más intereses, debido a su naturaleza más estable (en términos del dinero que se mantiene dentro de una cuenta de ahorros), aunque el rendimiento disponible varía significativamente entre las cuentas.
Algunas cuentas de ahorro te pagan intereses sin deducir impuestos, como el ISA, mientras que otras ofrecen mejores tasas de interés si aceptas dejar tu dinero por un tiempo fijo (bonos a tiempo fijo). Cuanto más tiempo un banco sabe que va a permanecer en una cuenta, y cuanto mayor es ese monto, más puede hacer un banco con él en términos de sus propios objetivos de inversión. No puede hacer esto con una cuenta corriente.
Aquí hay un cortometraje que explica los conceptos básicos de una cuenta corriente: