Un programa estatal, local o federal con elementos que ejemplifican la aplicación del proceso social y las teorías sociales se puede encontrar en los establecimientos penitenciarios, en particular aquellos para delincuentes juveniles.
- Proceso social y desarrollo social
Estas dos teorías se centran en la creencia de que el comportamiento social se aprende a través de la interacción que tiene lugar entre un individuo y la sociedad. A medida que un niño crece, los eventos y circunstancias que rodean su vida influyen en su desarrollo social.
Por ejemplo, se cree que si un niño es testigo de violencia regular y otros comportamientos insociables, es mucho más probable que cometa un crimen violento en el futuro. Las estadísticas también muestran que los niños que han sido víctimas de abuso sexual a menudo se convierten en agresores sexuales.
Las instituciones locales, estatales y federales creadas como instalaciones correccionales para delincuentes juveniles ponen en práctica estas teorías adhiriéndose a un sistema que se suele denominar control social.
Este es un sistema que se enfoca en dar forma al comportamiento de un individuo dentro de un grupo. El comportamiento correcto o aceptable se fomenta con recompensas, como privilegios, etc. En otras palabras, aceptar y hacer uso del comportamiento adecuado se está convirtiendo poco a poco en algo bueno.
Las conductas contrarias a las reglas de aceptabilidad social son sancionadas con sanciones, retiro de privilegios, etc. El robo, violencia y maltrato general entre los internos se castiga con sanciones que varían en severidad de acuerdo con los hechos cometidos.
Se espera que los reclusos aprendan las lecciones impartidas por el sistema a medida que pase el tiempo y que eventualmente salgan mejor preparados para una vida no criminal en la sociedad.
Un período de libertad condicional después de su encarcelamiento les da la oportunidad de demostrar que han aprendido esas lecciones y pueden continuar mostrando un comportamiento aceptable dentro de la sociedad.