Jerod
Un recuento bajo de hígado es una señal de advertencia más que un diagnóstico real de lo que puede estar mal en el hígado. Por lo tanto, si su análisis de sangre muestra un 'valor' o una medición numérica que le preocupa, se le informará que se requerirán más pruebas y se lo derivará a un hospital local, un centro especializado en hígado o una clínica.
Aquí, se pueden tomar muestras de sangre más específicas para pruebas que involucren la función hepática, virología (virus) e inmunología (anticuerpos). A veces, también se solicitan estudios genéticos para detectar enfermedades hereditarias.
Para obtener una imagen más completa de su diagnóstico, es posible que necesite una exploración de su estómago. Suele ser una ecografía en primera instancia. Se le inscribirá para la prueba bajo el nombre de un consultor. Aunque el consultor tiene la responsabilidad general de su tratamiento, estos médicos ejercen en diferentes niveles de experiencia y responsabilidad, por lo que es útil anotar los nombres del consultor, así como el médico que vio el día de su visita.
Los médicos también pueden derivarlo a un radiólogo para ayudarlos a confirmar su diagnóstico. Otras pruebas incluyen una ecografía, una tomografía computarizada (cat), una resonancia magnética y una biopsia de hígado. Cuando hay problemas con el flujo sanguíneo a su hígado, se puede realizar una angiografía.