Rayo
Dado que los países subdesarrollados carecen de capital y son deficientes en otros recursos vitales, se deben minimizar los desperdicios y lograr resultados óptimos. Esto señala la necesidad de una planificación meticulosa y una preparación cuidadosa de los proyectos de desarrollo. Los planificadores pueden enfrentarse al dilema de elegir entre múltiples proyectos de valor económico aparentemente igual, una elección que solo puede facilitarse mediante estudios de proyectos sistemáticos, realistas y formales para prioridades claramente establecidas.
Debe garantizarse, a través del mecanismo de evaluación de proyectos, que los proyectos marcados para su ejecución sean de máxima prioridad o urgencia desde el punto de vista nacional. Las interrelaciones entre sectores y la interdependencia entre proyectos también deberían ser consideradas cuidadosamente en los estudios sectoriales y de proyectos que se lleven a cabo a tal efecto. Los estudios de proyectos también deben hacer un balance de los arreglos institucionales existentes y señalar las deficiencias, si las hay, y cómo se pueden mejorar.
Toda esta información debería ayudar a identificar y compilar listas limitadas de los proyectos probables que probablemente serán seleccionados. Esto debería ir seguido de la preparación de estudios de viabilidad sobre los proyectos marcados. Si estos estudios de viabilidad son positivos o revelan una imagen favorable, se puede iniciar un trabajo detallado en la preparación del proyecto. Todo esto confirma que la proyección es un asunto muy serio y para obtener buenos resultados hay que dedicarle mucho tiempo y esfuerzo. Este es un punto que solo los países subdesarrollados pueden ignorar a un costo considerable.