¿Qué es la anemia?

Uno de los defectos más comunes de la sangre es la anemia, una deficiencia de hemoglobina, debido a una reducción de los glóbulos rojos o de la cantidad de hemoglobina que contienen. El resultado es la falta de oxígeno en la sangre. La persona se pone pálida porque la sangre no está tan roja. Se cansa fácilmente debido a la falta de oxidación en los músculos. Fácilmente se queda sin aliento.

Hay varias causas de anemia. Es posible que la dieta haya tenido muy poco hierro. Puede haber pérdida de sangre por una menstruación excesiva o demasiado frecuente, por la presencia del anquilostoma en los intestinos o por el parásito de la malaria en la sangre. En tales casos, un aumento en la ingesta de hierro y cobre generalmente remediará la afección. El ejercicio estimula la producción de glóbulos rojos a través del aumento de la demanda de oxígeno. Si ha habido una pérdida severa de sangre debido a una hemorragia o una operación, puede ser necesaria una transfusión.

En la anemia perniciosa, cuando era una enfermedad mortal, los glóbulos rojos continúan disminuyendo en número hasta que se desarrollan otros síntomas y finalmente se produce la muerte. Ahora es controlable como resultado del descubrimiento de que la médula roja es capaz de producir glóbulos rojos solo en presencia de una sustancia "anti-anemia". Se desconoce la naturaleza química exacta de esta sustancia, pero se produce a partir de algún elemento de los alimentos por la acción de una enzima en el estómago. Es la ausencia de esta enzima lo que causa anemia. Cualquier exceso de sustancia "anti-anemia" formada se almacena en el hígado. La enfermedad puede controlarse mediante la adición de hígado o extracto de hígado de la dieta o mediante la propia enzima, obtenida del tejido del estómago del cerdo.

La anemia es una palabra que se usa para describir muchas afecciones diferentes que tienen que ver con trastornos de la sangre. Estas condiciones existen cuando la sangre no contiene la cantidad normal de glóbulos rojos o cuando las células no tienen la cantidad normal de hemoglobina.

La anemia puede ser causada por una formación deficiente de sangre, la destrucción de células o por una pérdida excesiva de sangre. Y estas afecciones, a su vez, pueden ser causadas por muchos trastornos corporales diferentes. Entonces, cuando un médico trata la "anemia", tiene que saber exactamente con qué tipo está lidiando.

Un tipo de anemia, por ejemplo, puede ser causada por una lesión que resulta en una gran pérdida de sangre. Otros líquidos corporales se filtran en la sangre para formar el volumen, la sangre se diluye y el resultado puede ser anemia.

Otro tipo de anemia es causado por una mayor destrucción de glóbulos rojos, que puede ser el resultado de varias afecciones en el cuerpo. En algunos casos, puede ser hereditario o puede provenir de una transfusión de sangre del tipo inadecuado, quemaduras graves, alergias o leucemia.

Un tipo de anemia que muchos de nosotros conocemos es la anemia nutricional. La anemia más común y menos grave de este tipo se desarrolla cuando
no hay suficiente hierro para la formación de glóbulos rojos porque el hierro es necesario para que el cuerpo produzca hemoglobina.

La anemia por deficiencia de hierro es una afección que surge cuando el cuerpo no ingiere suficiente hierro en la dieta o pierde grandes cantidades de hierro y no puede reemplazarlas con la suficiente rapidez. Las circunstancias incluyen justo después del parto, después de una operación mayor y después de un accidente. En situaciones muy graves, la persona afectada puede recibir una transfusión de sangre para contrarrestar los efectos de la pérdida de sangre, pero un tratamiento menos drástico consiste en suplementos de hierro.

Los síntomas incluyen cansancio, dolores de cabeza, sensación de falta de energía, palidez y, si la deficiencia es muy marcada, aumento del pulso.

Las personas con insuficiencia renal, en particular las que están siendo tratadas con diálisis, tienen un alto riesgo de desarrollar anemia por deficiencia de hierro porque sus riñones dañados no pueden producir suficiente eritropoyetina. El cuerpo necesita esta hormona para producir nuevos glóbulos rojos. Tanto el hierro como la eritropoyetina se pierden durante la diálisis renal. El tratamiento incluye suplementos de hierro y eritropoyetina sintética.