Florencia y luego Siena son vistas como las dos ciudades que dieron inicio al renacimiento italiano (o rinascimento como se le conoce en italiano).
En aquel entonces, Italia no era un país unido, sino más bien una colección de ciudades-estado.
Y las ideas, ideales, arte y descubrimientos científicos de ciudades estado italianas como Florencia pronto se extendieron por Europa y el mundo.