Actualmente, los tratamientos basados en la luz, como el láser o la luz pulsada intensa, son la forma más eficaz de eliminar
las arañas vasculares faciales o incluso las venas reticulares. A diferencia de las venas de las piernas, las venas faciales suelen ser del mismo tamaño y profundidad y se puede utilizar un solo ajuste de láser para todas las venas. Los láseres de longitud de onda más larga se utilizan para las venas reticulares más profundas y grandes, y los láseres de longitud de onda más corta para las arañas vasculares. El procedimiento es muy seguro pero requiere varias sesiones de tratamiento. Una vez tratadas, las venas desaparecen para siempre, pero pueden aparecer otras nuevas en el futuro si la piel del rostro no está protegida del sol.
Escleroterapia, que implica el uso de agujas finas para inyectar un líquido potente directamente en una vena, es otra opción para tratar las venas faciales; sin embargo, hay informes dispersos de que puede causar daño a la retina o incluso ceguera cuando se usa cerca del ojo. El sistema Veinwave, que se introdujo recientemente en el Reino Unido y ahora está disponible en los Estados Unidos, es otra buena opción para tratar las venas faciales. Funciona inyectando una aguja fina, que emite energía de microondas, directamente en la vena problemática.