Un algoritmo de cifrado nunca será 100% seguro. A pesar de lo sofisticada que se está volviendo la seguridad del cifrado, los ciberataques también están evolucionando a un ritmo rápido.
Y la teoría es que, si un hombre lo hizo (con la ayuda de una máquina poderosa), entonces otro hombre (con una máquina igualmente poderosa y suficiente tiempo y recursos) eventualmente podrá romperlo.
La clave está en el tiempo.
El futuro de los algoritmos de encriptación parece estar enfocado en extender el tiempo que tomaría piratear un sistema, creando tantas posibilidades, que la clave quede efectivamente enterrada por la cantidad de tiempo que tomaría encontrarla.
Por ejemplo, un método llamado Honey Encryption disuadirá a los piratas informáticos creando montones y montones de datos falsos cada vez que alguien intente introducir un código clave incorrecto.
Otro método que suena bastante impresionante (pero que debo admitir que no entiendo del todo) es la "distribución de claves cuánticas", que implica claves incrustadas en fotones sobre fibra óptica .