Hay tres enfoques clave para la renta nacional. Aquí hay un vistazo rápido a algunas de sus fortalezas y debilidades:
Método de producto
Este es básicamente el enfoque de "producción" y se centra en el Producto Interno Bruto (PIB). Tiene en cuenta los bienes y servicios finales que una economía crea colectivamente.
Aunque es integral en la medición del valor de los bienes que produce una nación, no tiene en cuenta los bienes y servicios intermedios.
Es un método útil para determinar qué sector está produciendo valor y funcionando bien (lo que ayuda a pronosticar los niveles de empleo), pero los datos disponibles suelen ser limitados y, por lo tanto, inexactos en ciertos sectores.
Método de ingresos
En pocas palabras, este método toma en consideración los ingresos que cada ciudadano obtiene a través de salarios, alquileres, regalías, etc.
Este método podría ser ineficaz en países donde los datos sobre ingresos no se recopilan con precisión (muchos países que tienen problemas de evasión fiscal pueden caer en esta categoría).
Método de gasto
Este método analiza cuánto dinero gasta colectivamente un país, centrándose así en el PDI y la renta disponible.
El método de gasto es útil para analizar los cambios a lo largo del tiempo y comprender las condiciones económicas.
Donde se queda corto es en áreas donde las personas producen bienes o servicios para sí mismas, como la confección de ropa o la agricultura para el consumo personal.